lunes, 2 de mayo de 2016

Reflexión final del curso Alimentación y Nutrición para una vida saludable


Llega el momento de valorar estos 2 meses de curso de Alimentación y Nutrición para una vida saludable. Han sido dos meses en los que ha sido complicado, por momentos, compaginar el día a día más la realización de algunas de las actividades.

Son varias las ideas y aprendizajes que me llevo. Por un lado la oferta TIC es amplia y lejos queda el uso de herramientas como el power point. He podido comprobar que el abanico de programas on-line que existe para hacer infografías y presentaciones dinámicas es bastante amplio, aunque algunos de ellos acaban teniendo una versión de pago.

Por otro lado el contenido teórico del curso me ha parecido equilibrado, algo más amplio en los dos primeros bloques pero por supuesto necesarios, algunos de ellos ya sabidos, otros olvidados y claro está, nuevos conocimientos adquiridos.

Me ha parecido muy aplicable al alumnado de Secundaria en mi caso, las actividades relacionadas con el análisis de lo que como durante 24h, cómo adaptar recetas más calóricas a algo más saludables, juegos adaptados a los contenidos sobre alimentos y nutrientes, cómo leer el contenido nutricional de los productos, analizar el propio menú escolar, etc.

Por último creo que, como educador, es fundamental incluir en el currículum contenidos relacionados con alimentación, nutrición y actividad física para una vida saludable. A partir de los 13-14 años, algunos niños/as dejan de practicar deporte y tienden a tener un estilo de vida más sedentario, por lo que me veo responsable de despertar su interés por cuidarse e incluso transmitir dicha educación para la salud a miembros de su familia que tal vez lo precisen. 

Sé que se trata de una auténtica utopía y es complicado pero, creo que las empresas, públicas y privadas deberían hacer más por facilitar que sus trabajadores/as realizaran actividad física. No estaría mal que dentro de la jornada laboral se liberara a los/as empleados/as para que realizaran deporte, incluso que la empresa pusiera los medios para realizar actividades dirigidas colectivas, descuentos en algún gimnasio cercano, incluso fomentaría mejor ambiente entre los/as compañeros/as, se reduciría el estrés, bajas laborales por depresión, problemas de espaldas, etc. creo que se mejoraría la productividad de las empresas. Es realmente complicado que al acabar la jornada laboral la gente adulta priorice hacer actividad física, si tienes hijos/as tienes que atenderlos, estar con ellos, hacer los deberes, acompañarlos a extraescolares...a las 22:00 de la noche nadie tiene ánimos para hacer deporte y con dicha fórmula queda integrado en la jornada laboral. ¡¡Ójala pudiera hacerse!!